Una API es un conjunto de reglas que permite que distintos programas se comuniquen y trabajen juntos.
API significa Interfaz de Programación de Aplicaciones. Es un sustantivo y viene del mundo técnico del desarrollo de software. Imaginátelo como un mesero: vos le pedís un plato (un dato o acción), el mesero (API) va a la cocina (el servidor), y te trae la comida (el resultado). Vos nunca pisás la cocina, pero igual comés.
Los desarrolladores usan APIs para que sus aplicaciones puedan aprovechar servicios de otros sin tener que crearlos desde cero. ¿Una app del clima que te muestra el pronóstico? Seguramente lo pidió a una API del clima. ¿Te logueás con tu cuenta de Google? Estás usando una API.
Sin APIs, la tecnología moderna sería un caos. Son los puentes que conectan todo: apps, datos, servicios, y más. Gracias a ellas, cada app no tiene que reinventar la rueda.
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