Segmentación por comportamiento es dividir a los consumidores según cómo actúan, no solo quiénes son.
Esta técnica de marketing se enfoca en lo que las personas hacen —no solo en su edad, género o ubicación—. Analiza comportamientos como la frecuencia de compra, el uso de productos, la fidelidad a una marca o las reacciones frente a una oferta. Es una forma muy efectiva de personalizar mensajes, porque te habla según lo que hacés, no solo lo que aparentás.
Por ejemplo, si entrás seguido a una tienda online pero nunca compras, podés recibir un cupón para animarte a cerrar la venta. O si siempre comprás los viernes por la noche, te mandan una promoción justo ese día. También se puede segmentar por el momento en que estás: si sos nuevo, frecuente o ya casi te vas. Este enfoque permite afinar la estrategia como un láser.
Es súper útil en marketing digital, porque hoy todo deja huella: visitas, clics, compras, tiempo en una página. Con esa información, las marcas pueden crear campañas que realmente conecten con lo que el cliente necesita o está buscando.